La Patapampa de Juan Marcelo-Perú

Juan Marcelo sabe muy bien lo que dice. Y lo dice con conocimiento de causa y con un apasionamiento que no se ha enfriado a pesar de sus muchos años de guiar por tierras arequipeñas. Cuando habla del volcán Misti lo humaniza, lo trata de usted y lo integra como uno más en la vida de Arequipa. Cuando habla del arco iris del sol lo hace como si fuera la primera vez que lo ve brillar sobre esa Patapampa que de ser un terreno arisco de belleza agreste , pasa casi a ser un vergel tras las explicaciones de Juan Marcelo. Sin él, difícil hubiera sido percatarse de la llareta musgosa que solo crece a 4.000 m de altura y más difícil aún distinguir al conejo silvestre llamado” vizcacha “que se camufla entre las rocas del paisaje. Juan Marcelo es un hombre afable de físico andino que habla con cariño de su tierra y con indiferencia de aquellos que no la entienden o no la quieren. Conoce todos sus secretos, leyendas y sueños. Sabe que las pirámides de piedra sobre piedra, las “alpachetas” que salpican la Patapampa eran antiguas ofrendas a los dioses que han pasado a se amuletos para asegurar el regreso de quienes las levantan. Y sabe que si se desea algo con fuerza no hay más remedio que hacer una ofrenda a la “Mama Pacha” (la madre tierra) con tres hojas de coca como base y una planta, un animalito o un recuerdo querido sobre las hojas,…Read More

En globo sobre el Valle Sagrado de los Incas

El Valle Sagrado tiene los tonos tostados de los Andes y dorados del cultivo del cereal . Su tierra es roja y sus casas son de adobe; casas coronadas por un curioso ornamento compuesto por una cruz , dos toritos que simbolizan la fuerza, una escalera para llegar al cielo y una botella de “chicha”(orujo de maíz) , como señal de la hospitalidad de los dueños. Al entrar en Urubamba, se sigue la vía del tren y se llega a una valla cualquiera . Imposible imaginar que tras el muro se esconde el paradisiaco Hotel Río Sagrado. La sorpresa aumenta sus atractivos que no son pocos; las casitas edificadas al estilo andino, en las que no faltan su torito y su cruz en los tejados, miran al río Urubamba o río Wilcamayu (río Sagrado) y a los Andes. Una amalgama de flores tropicales y continentales cubren terrazas, laderas y jarrones del Hotel, potenciando aún más el colorido del entorno. Las habitaciones tienen una decoración sencilla en la que priman los vivos colores de los tejidos nativos: fucsias, naranjas, añiles…, y todos los lujos de un hotel de cinco estrellas, entre los que se incluyen una ducha acristalada con vistas al río Sagrado y terrazas abiertas al horizonte andino donde sentarse a buscar la cruz del sur en las noches del hemisferio austral. El Valle Sagrado, a 2.800 m de altura, encierra la franja de tierra que va desde Pisac hasta Ollantaytambo. Las ventajas de su estratégica situación vienen de antaño,…Read More

Titicaca- El Lago de las alturas.

La luz del día brilla, desnudando al Titicaca con descaro. Cuesta no guiñar los ojos, pero hay que mantenerlos bien abiertos para contemplar el espectáculo acuático del lago más alto de la tierra-3.900 metros de altura- que se une con el cielo, fundiéndose en el horizonte de Perú y Bolivia. Zambullidoras, patos, chorlitos, parihuanos (flamencos) sobrevuelan el lago para terminar aterrizando en él, mientras las barcas de pescadores tiran sus redes y sortean las lanchas de los muchos turistas que van a visitar las islas de totora de los Uros… en la bahía de Puno, al sur oriental de Perú. Curiosas islas; parecen irreales , de juguete, pero no lo son. Allí, en esos colchones flotantes confeccionados con el junco de la totora, convive una mezcla étnica de quechuas y aimaras, a pesar de que a las islas se las sigue denominando, islas de los Uros que, parece ser, se extinguieron tiempo ha. Los tonos fuertes de sus vestidos y el azul radiante de agua y cielo hace que la primera visión del poblado parezca una película, de aquellas, de cuando el technicolor realzaba los colores exageradamente. Los habitantes del Lago. Las niñas se protegen del sol con gorros de lana y las madres con sombreros de fieltro, mientras aguardan la llegada de los nuevos turistas. Los hombres, sentados en las canoas de totora –“caballitos de totora”, les llaman- sugieren a los recién llegados un paseo por algunas de las cincuenta islas : Uros, Taquile, Amantaní, Suasi, Titikayac… Otros animan…Read More