Desde Rasputín y sus zares hasta Stalin y Lenin, pasando por Gorki, Pushkin y… entre los salones del Grand Hotel Europa se han escrito y fraguado importantes pasajes de la historia de la gran Rusia. Traspasando el umbral del hotel, el hechizo va “in crescendo” al observar la decoración Art Nouveau o Liberty de la que sobresalen huevos de cristal Fabergé y cálidos quinqués. En el Bar Caviar, de paredes y suelos marmóreos, acordes con el tono y la temperatura del exquisito manjar, se degustan diversos tipos de las perladas huevas a sorbos de vodka helado, mientras que de la garganta de la cantante brota una sentida balada rusa. Contrarrestando con el frío entorno del Bar Caviar, el Restaurante Europa resulta un acogedor y bellísimo ejemplo de “Art Nouveau”. El desayuno se sirve al son del arpa y a la exquisita cena de escogida gastronomía rusa, le acompaña un cuadro de “ballet” que danza al ritmo de la música de Tchaikovsky, venerando al gran compositor que fue asiduo huésped del hotel, donde pasó su luna de miel y donde conoció a Johann Strauss. Por las ventanas se vislumbran copos de nieve grandes como bolas de algodón que caen sin cesar envolviendo a la ciudad en una silenciosa burbuja que solo rompen las campanadas de las iglesias o las bocinas de las limusinas circulando por un San Petersburgo cubierto de nieve y con sus canales maniatados por el hielo. Testigo imparcial de la historia rusa El mítico Grand Hotel Europa, obra del…Read More