REGRESO DEL FUTURO CON DREAME T-30
a lomos de una aspiradora sin cable. Una aspiradora que regresa del futuro para revolucionar el momento limpieza. Qué la vida evoluciona a pasos agigantados, no hay duda. Qué cuando compramos algo que creemos para siempre, al poco aparece una nueva opción que nos subyuga, tampoco hay duda. Y ¿por qué pasa esto? Porque la técnica va muy deprisa y se acopla continuamente a las necesidades cotidianas de la población. Tal es el caso de la prodigiosa aspiradora Dreame T·30 que facilita el momento limpieza qué tanta pereza da. Su tecnología puntera y su diseño revolucionario se confabulan para sacar del sombrero de copa un aparato mágico de varilla sin cable tan a la última que parece un “regreso del futuro”. El aparato está equipado con tecnología puntera gracias a su sensor de detección de suciedad, Dreame T30 puede ajustar automáticamente la potencia de succión a la cantidad de polvo detectada. El 14 de junio, Dreame T30 se lanzó en toda Europa a un precio reducido en AliExpress. A partir de finales de julio, el innovador dispositivo también estará disponible en Amazon. https://es.aliexpress.com/item/1005002119757271.html?spm=a2g0o.productlist.0.0.59c930418bduP7&algo_pvid=bccc74b0-99b4-4090-b88e-21d7bdea7feb&algo_exp_id=bccc74b0-99b4-4090-b88e-21d7bdea7feb-0 Desde el inicio de la pandemia del Covid-19, el estilo de vida de las personas ha dado la vuelta. La gente pasa más tiempo en casa, las partículas del aire y el polvo oculto pueden suponer una carga sanitaria aún mayor, especialmente para las personas alérgicas a los ácaros del polvo. Al darse cuenta de esta demanda urgente, Dreame Technology lanza el Dreame T30 para ofrecer una…Read More
Tahití y sus Islas. Fakarava-Reserva Natural de la Biosfera
El mundo de los “motus” (islotes) y la madre de Valentina. La motora se adentra en la laguna y el silencio es lo único que se escucha. Nadie se atreve a profanar ese instante único en que el cielo se ha fundido con el mar de tal manera que es imposible separar al uno del otro. Se escucha una voz que rompe el mutismo para exclamar “¡Esto es el fin del mundo! “A lo que la madre de Valentina, la encargada de la biosfera, de la que Fakarava es considerada Reserva Natural, y que acompaña a su hija en la excursión, contesta, sin perder la sonrisa. ”No es el fin del mundo ¡Es el principio!”. La barca navega tranquila y el panorama se vuelve cada vez más insólito. No hace falta sumergirse para ver el fondo marino con toda claridad: bosques de corales, peces de todos los colores y plantas marinas, se traslucen en la más cristalina de todas las aguas. Como un collar de las perlas que da su mar, los” motus “bordean la laguna, y según cuenta la madre de Valentina, antaño, en cada “motu” vivía una familia y de cuando en cuando había peleas tribales por el” tema inmobiliario” del archipiélago y la familia vencedora embargaba el” motu “de la perdedora, como botín. Los”motus” no son todos iguales. La riqueza desbordante de la biosfera del atolón hace que prácticamente cada islote tenga su particularidad. En unos crece el cocotero o el árbol del pan, en…Read More
Una Historia “Aussie”
Los buscadores de historias van por el mundo al acecho de lo insólito que no tiene por qué ser peligroso, ni rebuscado, solo distinto. Escuchan y observan vidas ajenas hasta dar con un cuento, digno de ser narrado. Este que sigue podría ser uno de ellos: Erase una vez… tres ejecutivos maduros, sitos en la bellísima ciudad de Sydney. Dos hombres y una mujer, triunfadores, agresivos, que, de la noche a la mañana, abandonan su envidiable “modus vivendi” y le dan la espalda a la cosmopolita Sydney, para refugiarse en las aguas pantanosas de la desembocadura del río Hasting, Port Macquarie, a 420 Km al norte de Sydney, en el estado de Nueva Gales del Sur. Estos “aussies” (termino familiar para australiano), compran un cascaron de nuez al que bautizan como “La Reina de África” (por su semejanza con la barcaza de Humphrey Bogart), una tetera de zinc, unos cuantos arreos de pesca, y se dedican a pasear a turistas despistados que caen por estos lares. El paseo que Sarah, Peter y Stephen ofrecen por las riberas del río, no tiene desperdicio. Desde el ronroneo del navegar de la “Reina de África” al que secundan el trino de los pájaros que pueblan los cielos australianos, el “borboteo” del “kettle” hirviendo, presto a servir un excelente té y la voz grave de Stephen entonando canciones irlandesas, hasta el espectáculo visual que suponen los cauces pantanosos del río. Los eucaliptos rodean sus vereda. Es el árbol de Australia por…Read More