Feria de la Sal.

El oro blanco de Ibiza.

Emocionante escena en las salinas.

No cabe duda que esa isla, no tan grande, de las Baleares, conocida mundialmente por reunir una serie de condiciones que seducen a todo aquel que tiene la suerte de pisar su tierra y bañarse en su mar, sigue sorprendiendo .

Feria de la sal.

Y lo hace esta vez volcándose en su oro blanco, la sal. La sal que adereza las comidas, la sal que dio nombre al salario, la sal de la vida…a la que el Consell de Ibiza y el Ayuntamiento de San Josep de Sant Talaia rinden homenaje del 28 al 30 de Octubre con el fin de resaltar la importancia de la tradición salinera en la historia de Ibiza con actividades diversas relacionadas con el oro blanco, todas gratis, en Sant Jordi y las Salinas. Excursiones, rutas para descubrir la riqueza natural y patrimonial de Las Salinas de Ibiza, talleres y divertidas actividades para los más pequeños.

Porteando la sal

Conciertos, teatro y fuego

En un municipio donde la música es esencial, tampoco faltarán los conciertos, aunque tendrán un hilo de conexión con las salinas. Y, desde luego, la gastronomía ocupará un lugar de honor en esta feria que quedará inaugurada oficialmente con el encendido del “fogueró”, un hoguera que marcaba el comienzo de la recogida de la sal y convocaba al trabajo a los salineros de la isla. Hoy el “fogueró” es una invitación a la fiesta y a recuperar la memoria en torno a la milenaria producción de la sal.

Especialistas, visitantes y residentes de todas edades se darán cita en este encuentro cuyo escenario es el Parque Natural de ses Salines, donde se custodian los estanques que en su día almacenaban la sal y donde ahora vecinos y visitantes pueden acercarse a descubrir los usos ancestrales de la sal, utilizada fundamentalmente como conservante de alimentos. Hoy en Ibiza solo hay 14 trabajadores de la sal pero hubo un tiempo en que llegó a haber hasta mil trabajadores.

Ruta guiada en bicicleta

El sábado 29 de octubre, a partir de las 9,30 horas, está programada una excursión guiada en bicicleta apta para todo tipo de públicos. Es la “Ruta de sa Sal Rossa” y tendrá una duración de dos horas y media aproximadamente. El punto de encuentro estará en la espectacular Playa d’en Bossa y el itinerario seguirá su curso por la Torre des Carregador, la cueva de Rafael Alberti, la plaza de la Sal, la Xanga, los estanques, el centro de interpretación de Sant Francesc de ses Salines hasta acabar de nuevo en el punto de encuentro inicial.

Un grupo de salineros recreará el trabajo de la extracción de la sal con indumentaria y aparejos auténticos, y se hará una representación teatralizada en la Torre de Sa Sal Rossa, desde donde se vigilaba este producto. Todos los años el grupo folclórico de Sant Jordi de ses Salines representa un baile tradicional y escenifica el ritual de la “Salpassa”, un momento en el que el párroco de la localidad bendice las casas y deja en la puerta agua y sal para su protección.

Algo más que un parque natural

Durante los tres días de la Feria de la Sal de Sant Josep de sa Talaia, diversos restaurantes de Sant Jordi ofrecerán menús a precios populares con platos inspirados en la sal y Las Salinas. Son los “Menús salineros VI Feria de la Sal de Ibiza” en los que no faltan los “ossos amb col”, un plato tradicional a base de huesos de cerdo en salazón.

Hay que decir que el Parc Natural de Ses Salines, protegido desde 2001, es, además de una explotación salinera, uno de los lugares más sorprendentes de Ibiza, ya que la sal es capaz de transformar su paisaje en una hermosa postal y añadir exotismo con sus impresionantes y casi irreales montañas blancas. El parque tiene una extensión de 2.838 hectáreas y es un espacio único e imprescindible en una visita turística a la isla de Ibiza. Conviene recordar que uno de sus grandes valores son las praderas de posidonia, esa planta marina que oxigena las aguas en las que habita y que da cobijo a más de 1.000 especies animales.

Un poco de historia “salinera”

Ya en tiempo de los fenicios se detectaron en Ibiza unas excelentes condiciones para conseguir sal, un alimento que ha gozado de una gran aprecio en todas las civilizaciones. Este elemento era tan valioso que los romanos adjudicaron el vocablo “salarium” a la paga que recibían los soldados para comprar sal y que después amplió su uso.

De hecho, en Ibiza y hasta la llegada del turismo, solo se exportaba sal. Era prácticamente la única industria antes de la del turismo, una actividad cuya dureza y sacrificio queda recogida en viejos manuscritos y que hoy se recuerda en la singular Feria de la Sal que organiza el Ayuntamiento de Sant Josep de sa Talaia. Todo un homenaje al tradicional oficio de salinero. De la sal al sol.

http://www.santjosep.net

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