A BORDO DE GRIMALDI CAMINO DE ROMA.

GRIMALDI, UNA EXCELENTE OPCIÓN.

Los touristas del Grand Tour en el s.XVIII viajaban a Italia desde Inglaterra en pos del arte clásico y del Renacimiento, y lo hacían en tren, el Orient Express por ejemplo, en barcos de vapor, o a lomos de burros o caballos cuando tocaba cruzar los Alpes. Para los amantes del arte del s.XXI que van a Italia en busca de la belleza, una opción excelente es navegar a bordo de los cruceros Grimaldi e incluso embarcar el coche para rehacer esa ruta que antaño se convirtió en el master obligado al terminar los estudios y antes de comenzar la vida adulta para la joven aristocracia británica.
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Mucho ha llovido desde la fundación de Grimaldi Lines en 1947 con el mayor propósito de transporte de mercancías que fue creciendo con los años. En la conexión entre Italia Inglaterra se embarcaban especialmente coches FIAT, destinados al mercado Británico. Ahora los ferries que navegan por todo el mediterráneo transportan unos 700.00 coches nuevos al año. Una vez a bordo del ferry que cruzará desde Barcelona a Civitavecchia, es entretenido observar como el barco absorbe en su interior centenares de vehículos de la marca SEAT, ya sean coches o camiones. Les siguen los autos de pasajeros…Cuando finalmente las cancelas se cierran, es el momento de curiosear el barco y planear la noche. En éste estupendo hotel flotante, entre casinos, tiendas y restaurantes se podrá disfrutar de una encantadora velada, antes de volver al camarote owner´suite, amueblado con todas las comodidades del s.XXI en el que sobresalen su televisión plasma y un ventanal por el que asoma el mar, que , aunque no está tranquilo del todo, apenas se nota movimiento . Otras opciones serían el camarote junior o las butacas tipo avión. Las luces de Barcelona se hacen cada vez más pequeñas y el barco coge velocidad. Tras sacar algunas panorámicas nocturnas con el iPhone 6s, el momento de disfrutar de una buena cena en alguno de los restaurantes, ir al casino a probar suerte y terminar en la discoteca bailando al ritmo de las olas.

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UN NUEVO DÍA A BORDO DE GRIMALDI.

El despertador anuncia el amanecer, uno de los momentos pletóricos a bordo, cuando el sol se levanta del mar y tiñe el cielo de rosa, rojo, y violeta. La cubierta está casi vacía, un joven italiano que se siente Luke Skywalker y quiere probar los prismáticos SONY DEV-50 V de los que Luke hacía gala en la guerra de las galaxias y que graban, hacen video, fotos… Una mujer con aire sereno y sonrisa presta, saca a su perro de la sala de mascotas, cómoda y bien equipada, para darse un paseíto por cubierta y contemplar el espléndido amanecer. El día se va rápido entre jugar un rato en el casino, aprovechar las piscinas y el jacuzzi de cubierta, investigar los entresijos del barco, y de nuevo contemplar ese sol que ahora se esconde, antes de llegar a Civitavecchia, con camino a Roma y comenzar nuestro particular Grand Tour, en la Ciudad Eterna.

Información
www.grimaldi-lines.com

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