BLANCA BERLÍN Y LA RETROSPECTIVA DEL TIEMPO… INFANCIA.

LA GALERÍA DE BLANCA BERLÍN VUELVE A LA INFANCIA…
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Con una espectacular muestra de autores imprescindibles en la fotografía española como son Ramón Masats, Gabriel Cualladó, Cristobal Hara , Eugeni Forcano y Nicolás Muller la Galería de Blanca Berlín celebra sus diez años de apertura. Años nada fáciles en los que por esa galería de la calle del Limón, lindando con la entrañable Plaza de Guardias de Corps, al lado del Cuartel del Conde Duque, una zona de Madrid que todavía huele a pueblo y en donde los vecinos se saludan, han desfilado artistas de renombre, pero también aquellos que luchan por buscar su lugar en el mundo fotográfico. Técnicas innovadoras, artes visuales de autores nacionales e internacionales ha sido la apuesta de Blanca que ha logrado hacer de ese local sobrio y cálido a la vez un ineludible en el apasionante mundo de la fotografía.

DESPERTÉ DE SER NIÑO, NUNCA DESPIERTES…

Reza el poema Las Nanas de la Cebolla de Miguel Hernández, alentando desde su celda al hijo recién nacido a disfrutar, a estirar esa niñez que aunque parece instalada de por siempre, se pasa …Igual que cada uno de los cinco autores de la exposición que reflejan , inmortalizan con su cámara la niñez en tonos amargos, dulces, tristes, alegres e irónicos y sobre todo tiernos. Escenarios españoles y africanos, ropas vintage, peinados pasados de moda, y el niño de siempre que aflora entre los accesorios temporales, con la fuerza de su mirada, el dolor de no entender, la sonrisa de la inocencia, captada por estos fenómenos de la fotografía que en aquella noche memorable llevaron a sus espectadores a los años dorados y dolorosos también, de la niñez . Blanca habló sobre las excelencias de los fotógrafos, sobre la trayectoria de la galería, dando las gracias a cuantos le habían ayudado en tan bonita empresa. Y cuando ya la emoción estaba a flor de piel , dos violinistas rusos Mikhail Pochekim, premio Sarasate, e Ivan Pochekim premio Paganini deleitaron a los allí presentes y de sus violines salieron notas que cargadas de delicadeza y de fuerza se fundían con la excepcional foto de Isabel Muñoz, el fondo de la Galería, haciendo de aquella noche del once de Enero una velada inolvidable.

Información

http://www.blancaberlingaleria.com

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